miércoles, 20 de abril de 2011

SERIAL BANDEROLAS ESCRITORES LOCALES - CAPÍTULO II - INDALECIO

Aquel arroyo de agua transparente era el centro de un mundo fabuloso. Sus orillas, pobladas de minúsculos huertos, donde la imagen del viejo labrador encorvado sobre la azada, ajeno al calor, soportando indesmallable el dolor de espalda, esculpía en la “blanda tierra” caprichosas filigranas, por donde jugaba el agua a sorprender el diestro azadón que decidía el curso de un pequeño arroyo. Domesticado por la perseverancia, el sudor y la experiencia del noble hortelano, que al final recogía el fruto de su esfuerzo, que generosa le daba la tierra agradecida.

INDALECIO



BONARES VILLA DE LA CULTURA