viernes, 6 de mayo de 2011

SERIAL BANDEROLAS ESCRITORES LOCALES - CAPÍTULO XII - NURIA

Pasó el tiempo y la tierra no giraba. El ladrón logró desatarse y salir en busca de Pedro. Cuando vió que el muchacho se dirigía a su casa, el ladrón ingenuo fue corriendo, no volando hacia la casa de aquel mocoso. Por el camino, Pedro escuchó unos pasos y él pensó que podría ser otra vez el ladrón. Hasta que se le ocurrió una gran idea. Pedro encontró una caja de madera, luego una cuerda de 25 a 50 centímetros y después encontró un lacito y unos pinceles con témperas, y entonces, ahí fue cuando se le ocurrió una idea. Pedro se acercó a un algarrobo y amarró allí la cuerda sujetando la caja, pintada como un regalo y con un objeto mecánico que más tarde se encontró. Entonces, el niño se escondió y el ingenuo ladrón siguió y cuando el ladrón escuchó un extraño ruido paró, pero lo mejor fue que se paró debajo de la trampa, y ahí el inteligente y maravilloso chico le pilló al muy astuto ladró, y así Pedro volvió a su casa tan feliz con Martín, su dedín.


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