Presente para ti sin nada,
salvo cuanto adelante existe
de estos labios aún en lo no escrito,
las muchas aguas nunca desbordadas,
la tierra sin aquel ácido giro
de sus lamentos,
la brisa tras la gracia del texto más desnudo,
y esta silente postura del fuego
aquí, ahora, contigo,
íntima invitación a detener cualquier sombra.
JOSÉ ANTONIO GARCÍA BONARES VILLA DE LA CULTURA