martes, 13 de abril de 2010

CENTENARIO NACIMIENTO MIGUEL HERNÁNDEZ. SERIAL CAPÍTULO 1. LA INFANCIA

En 2010 tenemos ante nosotros un reto cultural de primer orden, como lo es el homenaje al poeta Miguel Hernández en el primer centenario de su nacimiento. La importancia y transcendencia de esta efeméride ha motivado que el 2010 haya sido designado por el Congreso de los Diputados como “Año Hernandiano”. Por todo ello, el Ayuntamiento de Bonares a través de la Concejalía de Cultura, va a desarrollar un programa de actividades culturales para la promoción de la vida y la obra de Miguel Hernández.
La primera actividad es la publicación en este blog de un serial que nos permita conocer más fondo al llamado Poeta del Pueblo.
CAPÍTULO 1. LA INFANCIA
Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910, en el contexto social de una ciudad profundamente marcada por la ortodoxia religiosa. Su padre, Miguel Hernández Sánchez, era tratante de ganado, y su madre, Concepción Gilabert Giner, se ocupaba de las tareas de la casa y del cuidado de sus cuatro hijos, Vicente, Elvira, Miguel y Encarnación.
La ocupación del padre en la compra-venta de cabras y ovejas permitió a la familia una vida sencilla y humilde, pero en ningún caso fronteriza con la miseria y la necesidad. Precisamente esta profesión obligó a la familia del poeta a trasladar su domicilio al número 73 de la calle de Arriba (actual Casa-Museo), antes de los 4 años, y fue aquí, junto a la sierra oriolana, donde Miguel Hernández se inicia en el oficio del pastoreo, ayudando en dicha tarea a su hermano Vicente.
La relación de Miguel con su padre fue en todo momento fría y distante, propia de los valores tradicionales que imperaban en aquel momento, basados en la autoridad, la disciplina y la moral católica. En este sentido, Miguel fue víctima desde niño de la insensibilidad paterna para con su educación y formación cultural e intelectual. Sin embargo, encontró en su madre comprensión, apoyo y afectividad en su papel de mediadora ante la frialdad paterna.
Miguel tuvo muy pocos años de formación escolar. A los 4 años, y durante seis meses, acudió a una guardería-escuela próxima a su nuevo domicilio. A los 8 años logra entrar en las Escuelas del Ave María, y a los 12 (curso 1923-24) en el colegio Santo Domingo, pero año y medio después (marzo de 1925) debe abandonar el colegio por imperativo de su padre, para dedicarse entre otras labores al oficio de pastor. No obstante, mantiene a escondidas su interés por la lectura y la formación cultural, visitando con frecuencia la biblioteca del sacerdote Luis Almarcha, allí descubre a los principales escritores clásicos de lengua española, así como traducciones de escritores griegos y latinos. En esta etapa también se siente atraido por el teatro. Lee con avidez la colección teatral "La Farsa" y junto con otros amigos forman un grupo teatral. Miguel representa diversos papeles en actuaciones realizadas en la Casa del Pueblo y en el Círculo Católico.
BONARES VILLA DE LA CULTURA